Aspiramos a aportar en la construcción
un desarrollo humano equitativo, participativo y sustentable,
donde se amplíen en forma permanente las oportunidades
para todas las personas. Por eso buscamos el desarrollo
de las personas, por las personas y para las personas.
Aspiramos a un país y a una
provincia con un desarrollo equilibrado y sostenido, que
le brinde posibilidades de una vida digna a todos sus
habitantes, en un proceso permanente de expansión
de sus libertades fundamentales: económicas, sociales,
políticas y culturales.
Nuestro objetivo principal es contribuir
a que nuestra sociedad pueda alcanzar los objetivos de
la plena ocupación, de eliminar la pobreza y erradicar
la marginalidad social, y mejorar la calidad de vida de
toda la población argentina, todo ello respetando
el medio ambiente y sin afectar negativamente a las generaciones
futuras.
Queremos impulsar un proyecto donde
las prioridades de la sociedad, su gobierno y sus instituciones,
contemplen básicamente la satisfacción de
las necesidades básicas de la gente: de alimento,
salud, vivienda, seguridad, justicia, educación,
trabajo digno, recreación, participación,
igualdad de oportunidades.
Debemos construir una sociedad donde
cualquier persona, por el sólo hecho de serlo,
tiene garantizado el derecho a la felicidad. Un desarrollo
que elimine las principales fuentes de privación
de la libertad humana: la pobreza, la falta de oportunidades
económicas, las privaciones sociales sistemáticas,
el abandono de los servicios públicos, la inseguridad,
la intolerancia y el autoritarismo.
Buscamos un desarrollo que se asiente
en los niveles locales y regionales, con gobiernos de
amplia participación popular y democrática,
donde las decisiones principales surjan del protagonismo
de la gente, y donde los más relegados, excluidos
y humillados del sistema actual, se transformen en los
privilegiados del futuro.
Donde los gobiernos, tanto a nivel
nacional, como provincial y municipal, prioricen la atención
de las necesidades básicas de la población
por encima de cualquier otra cuestión; practiquen
una plena transparencia administrativa, con control social
de su gestión y rendición periódica
de cuentas.
Impulsamos un proyecto de país
que nos incluya a todos, que supere totalmente los vicios
de los gobiernos que ha debido sufrir la sociedad: de
la vieja práctica clientelística, del manejo
autoritario y concentrado del poder, de la corrupción
y el enriquecimiento de los funcionarios, de la desidia
y despreocupación por los problemas de la gente.
Un proyecto de país y de provincia
que potencie el protagonismo de los actores sociales;
que transforme el accionar corporativo de muchos sectores,
organizaciones sociales e instituciones, en partícipes
solidarios en la construcción de un futuro común.
Frente a quienes sostienen que "la
política es el arte de lo posible", nosotros
estamos convencidos de que "la política debe
ser el arte de hacer posible lo imposible".
Por eso consideramos que es posible
hacer realidad la sociedad a la que aspiramos, y nos comprometemos
a apoyar a todos quienes luchan por ello. Creemos que
no existen imposibilidades de orden material o financiero.
No existen imposibilidades en materia de recursos naturales.
Tampoco imposibilidades de orden de las capacidades y
potencialidades de nuestra gente.
Para esto se requiere voluntad, honestidad,
compromiso y preocupación por la gente. Pero también
capacidad, imaginación, inteligencia y creatividad.
Hace falta un proyecto político
que impulse una visión compartida, y que con firmeza
y liderazgo convoque a la sociedad a asumir el desafío
de la construcción colectiva de nuestro futuro
común.
Que termine con las enormes desigualdades
sociales, donde una pequeña minoría acapara
el grueso de los frutos del esfuerzo nacional, y donde
la enorme mayoría queda relegada y excluida del
sistema; para que en la futura democracia económica,
el grueso de los esos ingresos llegue a esa enorme mayoría.
Que logre retener dentro del país,
no sólo el excedente económico generado
internamente, sino también a nuestros jóvenes,
para que puedan realizar su vida plena en su entorno,
y no deban emigrar para sobrevivir, lejos de su familia.
Que termine con el hambre, la pobreza
y la marginalidad social, garantizando alimentos, vivienda,
salud y educación para todos, con igualdad de oportunidades
y posibilidades de ascenso social y de mejores condiciones
de vida.
Que construya un sistema de salud que
priorice la prevención y la atención primaria,
y que garantice un servicio de calidad para cualquier
ciudadano que lo necesite, al margen de sus ingresos y
de su posición social.
Que transforme al sistema educativo
y lo convierta en un vehículo de crecimiento personal,
económico y social; donde las escuelas dejen de
ser meros comedores y los maestros sufridos trabajadores
sociales, donde la universidad deje de ser una guardería
de tercer nivel; para construir en su reemplazo un verdadero
sistema que nos ayudará a transitar hacia la sociedad
del conocimiento.